Para tratar sobre la adecuada adaptación del perro domestico
es importante que lo hagamos teniendo muy en cuenta el entorno en el que vive. Nuestro perro desciende del lobo
y mantiene algunos rasgos a nivel físico, cognitivo y por supuesto de comunicación que sus antepasados pero el perro es mucho más que eso. Los razonamientos que hacen nuestros perros dentro del entorno que les ha tocado vivir, sus experiencias, sus emociones tan parecidas a las nuestras y sus motivaciones han terminado por separar a una especie de la otra. Se han amoldado al ser humano. El principal motivo es por que se benefician y sienten seguros entre nosotros. Les gusta y buscan nuestra cercanía. Cuanto más conviven con nosotros, más se separan de sus ancestros. Perros y lobos han tomado caminos totalmente diferentes. Sencillamente sus necesidades no tienen nada que ver. El lobo debe preocuparse por sobrevivir, está motivado por la caza y a nuestro perro doméstico, tras tener asegurado el alimento diario, le motiva mucho más una buena relación con nosotros para sentirse integrado y por lo tanto ser feliz. "Prima su comportamiento social" pero debemos tener en cuenta que sigue teniendo el instinto de cazador.Tampoco podemos caer en la tentación de generalizar a la hora de tratar a un perro.
"Cada individuo es único e irrepetible" al igual que nosotros. La variedad en el carácter de los perros es infinita y nos la dará sobre todo el entorno, siendo nosotros la parte más importante de dicho entorno. Seamos conscientes de algo realmente importante."Somos el referente del animal". Se ha demostrado científicamente que el entorno influye en los genes de cada individuo, haciendo que estos se expresen de uno u otro modo, así como en su desarrollo individual, haciendo que cada perro adquiera características particulares y propias. Influimos en cada uno de los comportamientos de nuestro amigo.
Cuando estamos nerviosos enfadaos, estresados, alegres, tristes, RELAJADOS o TRANQUILOS estamos influyendo en su comportamiento. Cuando un perro está tranquilo y relajado en nuestra presencia es cuando tenemos un perro feliz por el mero hecho de tenernos como compañeros. Un perro feliz de estar con "su humano" hará, a partir de cierta edad, lo que sea necesario para que haya un buen equilibrio en la relación con él. Llegará a hacer lo que le pidamos (aunque a veces no esté de acuerdo) siempre que se sienta respetado y tengamos una correcta comunicación con él. Si somos tranquilos y sabemos mantener la calma en todas las situaciones diarias en presencia de nuestro “amigo” es cuando conseguiremos tener un perro equilibrado. Es importante dejarle pensar y actuar según su criterio para que vaya aprendiendo poco a poco
Somos nosotros el primer y más importante factor sobre el que se sustentan todos los comportamientos que tenga el animal. Ser conscientes de nuestros sentimientos y emociones (y de las de nuestro perro) cuando estamos en presencia del animal es la mejor herramienta que tenemos a la hora de permitirle gestionar las suyas propias e influir en sus sentimientos hacia nosotros. Si respetamos y queremos a nuestro perro por lo que es...”un perro”, tendremos un animal que nos querrá y respetará por lo que somos, “un humano”. Su adaptación será un simple trámite que debamos cumplir ya que tendremos un perro que, simplemente... nos querrá.
ANTE TODO EL AMOR
Míchel Merino. Educación canina
y mantiene algunos rasgos a nivel físico, cognitivo y por supuesto de comunicación que sus antepasados pero el perro es mucho más que eso. Los razonamientos que hacen nuestros perros dentro del entorno que les ha tocado vivir, sus experiencias, sus emociones tan parecidas a las nuestras y sus motivaciones han terminado por separar a una especie de la otra. Se han amoldado al ser humano. El principal motivo es por que se benefician y sienten seguros entre nosotros. Les gusta y buscan nuestra cercanía. Cuanto más conviven con nosotros, más se separan de sus ancestros. Perros y lobos han tomado caminos totalmente diferentes. Sencillamente sus necesidades no tienen nada que ver. El lobo debe preocuparse por sobrevivir, está motivado por la caza y a nuestro perro doméstico, tras tener asegurado el alimento diario, le motiva mucho más una buena relación con nosotros para sentirse integrado y por lo tanto ser feliz. "Prima su comportamiento social" pero debemos tener en cuenta que sigue teniendo el instinto de cazador.Tampoco podemos caer en la tentación de generalizar a la hora de tratar a un perro.
"Cada individuo es único e irrepetible" al igual que nosotros. La variedad en el carácter de los perros es infinita y nos la dará sobre todo el entorno, siendo nosotros la parte más importante de dicho entorno. Seamos conscientes de algo realmente importante."Somos el referente del animal". Se ha demostrado científicamente que el entorno influye en los genes de cada individuo, haciendo que estos se expresen de uno u otro modo, así como en su desarrollo individual, haciendo que cada perro adquiera características particulares y propias. Influimos en cada uno de los comportamientos de nuestro amigo.
Cuando estamos nerviosos enfadaos, estresados, alegres, tristes, RELAJADOS o TRANQUILOS estamos influyendo en su comportamiento. Cuando un perro está tranquilo y relajado en nuestra presencia es cuando tenemos un perro feliz por el mero hecho de tenernos como compañeros. Un perro feliz de estar con "su humano" hará, a partir de cierta edad, lo que sea necesario para que haya un buen equilibrio en la relación con él. Llegará a hacer lo que le pidamos (aunque a veces no esté de acuerdo) siempre que se sienta respetado y tengamos una correcta comunicación con él. Si somos tranquilos y sabemos mantener la calma en todas las situaciones diarias en presencia de nuestro “amigo” es cuando conseguiremos tener un perro equilibrado. Es importante dejarle pensar y actuar según su criterio para que vaya aprendiendo poco a poco
Somos nosotros el primer y más importante factor sobre el que se sustentan todos los comportamientos que tenga el animal. Ser conscientes de nuestros sentimientos y emociones (y de las de nuestro perro) cuando estamos en presencia del animal es la mejor herramienta que tenemos a la hora de permitirle gestionar las suyas propias e influir en sus sentimientos hacia nosotros. Si respetamos y queremos a nuestro perro por lo que es...”un perro”, tendremos un animal que nos querrá y respetará por lo que somos, “un humano”. Su adaptación será un simple trámite que debamos cumplir ya que tendremos un perro que, simplemente... nos querrá.
Míchel Merino. Educación canina
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