La sensatez de una madre con la educación

Esta es la opinión de Lucía, mi pareja y futura madre de mi hija (que está en camino). Nunca había tenido perro pero me admira su capacidad a la hora de involucrarse para conocerlos y entenderlos siempre desde la perspectiva de estos animales. Algo aparentemente sencillo pero que muy poca gente hace. Creo que es un ejemplo más de los cambios que demanda la sociedad actual en aspectos importantes como la educación en general y canina en particular. Son personas que ven más allá y son valientes a la hora de actuar según les dicta el corazón y el sentido común.

Lucía.
Cuando nuestra hija nazca pretendo, primero protegerla y después mostrarle diferentes caminos para que aprenda a buscar lo que realmente le gusta. Esta búsqueda, motivada por la curiosidad natural de los más pequeños, será lo que le motive  para experimentar y, de paso, le ayudará a aprender. 
Esto es precisamente lo que hacen los animales… protegen a sus crías y después, según van creciendo, les van permitiendo explorar e ir experimentando a su ritmo su entorno más inmediato para que se vayan familiarizando con él y se sientan seguros y aprendan. Lo que conocemos y, sobre todo entendemos, es lo que nos da la seguridad necesaria para seguir avanzando. El respeto a los animales y en especial mi amor por los perros es, para mí, una de las cosas más importantes que yo, como madre, le puedo inculcar a mi hija.
Pretendo que mi hija se críe entre perros. 

Respetar a los perros significa empatizar con ellos, es decir, conociendo sus necesidades, permitir que las realicen cuando lo necesitan. Con ellos pasará momentos de toda clase pero, al respetarlos,  aprenderá a empatizar con estos animales y tendremos parte de nuestro proyecto de vida hecho.

Que un niñ@ aprenda a convivir con animales desde otro punto de vista es nuestro objetivo. No se trata de, yo soy tu amo y tu eres mi perro….No tiene ningún sentido.

En la vida de un ser humano, éste solo se plantea conseguir cosas materiales, todo para mejorar su status personal y siempre de cara a los demás. Nos olvidamos de disfrutar las cosas más sencillas y más enriquecedoras de la vida, que pueden ser desde la sonrisa de tu pareja hasta un paseo agradable en compañía de un animal.

Hoy en día y lamentablemete no vemos más que anuncios expresando lo bien educado que puedes tener a tu perro bajo tus órdenes. No me imaginaba la cantidad de gente que quiere tener bajo su control hasta el ladrido del perro. Esta sociedad ha perdido la libertad por que así lo ha elegido ella, pero, ¿Es esta una razón para que queramos quitársela a los demás? Y más concretamente...¿A "nuestros" perros?  

Cuando hablo con la gente por la calle y expreso mis opiniones al respecto de este tema, normalmente me dicen que estoy en lo cierto y que es una bonita forma de pensar, pero después se van con su perro después de llamarle porque ellos han tomado la decisión de marcharse a su casa (a veces con premio incluido) y si no "obedece" lo atan a la correa correspondiente.

Ni el perro ha elegido ir ni le han dado opción a que vaya con ellos si quiere…. Y encima le sobornan con comida….o en el peor de los casos con un golpe…. Pensemos….      

Desde pequeños nos influencian con ser los mejores en todo… Desde el deporte hasta las matemáticas. Siempre esa coletilla de “tienes que ser el mejor” que nos acabamos creyendo y lo ponemos sin querer y sin ser conscientes delante de todos nuestros proyectos.

Y si dejamos a los niños ser como son en realidad… buenos en unas cosas y menos buenos en otras…¿Qué pasaría?. Si dejamos de compararlos con los demás niños a lo mejor conseguimos que salga un niño seguro de si mismo con sus defectos y sus virtudes.

Esta misma reflexión la introduzco en los perros… Probemos a dejarlos decidir si cuando me voy quiere seguirme sin llamarlo… ¿Y si no quiere? ¿Y si se pierde? ¿Y si lo atropellan? ¿Y si me lo roban? Los miedos, nuestros miedos, son muchos y muy libres. El verdadero problema es que los sufre..."el perro."

¿Y si resulta que sí quiere ir en tu compañía?, ¿que no se van a perder porque tontos no son?, ¿que nosotros elegimos coherentemente su entorno a lo hora de pasear libremente para que experimenten con él, lo conozcan y lo entiendan?. 

Como propietario de un animal tu plan de acción debería ser: cariño, respeto, empatía, cuidado del entorno….

A mí en concreto me gusta mucho el concepto de "empatizar con el perro", ponerme en su lugar. Si lo hiciéramos y practicáramos más a menudo nos haríamos mas responsables de nuestras palabras y actos.

¿Por qué mi perro no viene cuando le llamo? Esta es una de tantas preocupaciones dentro del mundo de la educación canina…. Ponte en su lugar en ese momento…¿Qué esta haciendo? ¿querrá seguir haciéndolo y yo no se lo estoy permitiendo?

Recuerdo una experiencia personal con dos de mis perros, uno era cachorro aun y la otra era joven. Procuro salir con los perros sin prisas de trabajo u otras obligaciones porque creo que son sus momentos y que ellos tienen que decidir hasta cuando quieren estar… pero aquel día yo desperté con fiebre y bastante enferma, aun y todo, como obligación diaria que es si vives en un piso, tienes que sacarlos. Cual fue mi sorpresa que bajamos a la calle llegamos a la hierba hicieron sus necesidades y ya marchaban para casa…. Bajamos cuatro veces a la calle y en todas las ocasiones hicieron lo mismo…. El resto del día estuvieron en casa tumbados a mi lado…. Esto es empatizar por parte de ellos hacia mí y así lo entienden, solo hay que darles la oportunidad para que te lo demuestren. Lo mismo que nosotros con ellos.

No intento convencer a nadie de nada, con que una persona de todas las que me estáis leyendo hoy, reflexione, ya me siento muy satisfecha…

Llevo mucho tiempo escuchando cierto tipos de cosas sobre nuestros perros, que si intenta montar es dominante, que si bosteza es porque tiene hambre, que si muerde es mal perro, que si ...… Lo cierto es que en muchas ocasiones son muestras de miedo, inseguridad, estrés…etc. El perro no es tan complicado como para querer posicionase por encima de ti, esa tontería la pensamos siempre nosotros que si que somos los que siempre queremos estar por encima de los demás….

Ellos no piensan como nosotros ni por supuesto son tan retorcidos como el ser humano. Hace miles de años se acercaron a nosotros. ¿Qué hicimos?. Desde entonces los hemos ido amoldando con diferentes métodos a nuestros intereses y en muchas ocasiones, cuando no son lo que pretendíamos, nos los quitamos de encima…

Intentamos manipular todo sin saber lo que tenemos entre manos y cuando no nos sale bien lo dejamos de lado…. Eso es lo que hacemos, "cómo no", con los perros... 
¿No os parece penoso?




Míchel Merino. Educación canina